Las esmeraldas son gemas, piedras preciosas que provienen de
un mineral llamado berilo. Las de mejor calidad se encuentran en Colombia,
siendo las de Muzo las más reconocidas mundialmente en cuanto a calidad y
belleza.
Muchas personas piensan que comprando esmeraldas en su lugar
de origen, van a encontrarlas a mejor precio y gran calidad, esto es falso. El
negocio de las gemas está muy jerarquizado y si uno procede así es probable que
lo engañen, le den “gato por liebre”.
A continuación te enseñaremos algunos
criterios básicos, en términos sencillos, para que puedas conseguir una buena esmeralda
sin que te engañen.
Observa el color de la esmeralda. Es un color verde muy
característico desde un verde pálido a un verde profundo vívido (las de mejor
calidad). Hay esmeraldas sintéticas hechas en laboratorio con calidades muy
buenas, donde su color verde es demasiado homogéneo. La esmeralda natural es
más heterogénea su color tiene pequeñas variaciones de verde. Si se observa la
presencia de amarillos descártala inmediatamente, pues no es esmeralda sino
probablemente olivinos o inclusive granates verdes.
Una esmeralda bajo la luz blanca da resplandores de luz que
los gemólogos denominan fuego. La esmeralda por regla común tiene poco fuego a
diferencia con el diamante que posee mucho.
Fíjate en los bordes de la piedra, puede que la piedra tenga
una fina lámina de esmeralda y todo lo demás sea vidrio. Para distinguirla pon
de canto tu piedra y a simple vista podrás ver las láminas. Esta forma de
falsificación es una práctica común.
Otra manera es realizarlas en vidrio
coloreado, se detecta rápidamente ya que el vidrio tiene menos dureza que la
esmeralda. Podrás rayar un vaso con uno de los bordes de la esmeralda. De todas
formas su aspecto homogéneo sin burbujas, sin impurezas ya lo delata. Las
naturales presentan grietas, inclusiones, burbujas propias de la génesis del
mineral.
Pero el aspecto más importante es la vida y el jardín de la
esmeralda.
Quien ve por primera vez una esmeralda de Colombia apreciara a
simple vista que la piedra está llena de vitalidad. Emanan destellos, reflejos
no da la sensación de algo inerte o muerto.
El jardín propio de la esmeralda son las grietas, burbujas e inclusiones propias del mineral, es el mejor indicativo de que la piedra no es falsa. Pídele la lupa a tu joyero y observa estas características.
El jardín propio de la esmeralda son las grietas, burbujas e inclusiones propias del mineral, es el mejor indicativo de que la piedra no es falsa. Pídele la lupa a tu joyero y observa estas características.
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